Introducción
El 30 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) adopta la decisión de declarar la emergencia sanitaria internacional por el brote del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en China ante el riesgo potencial de que se extienda a nivel global.
El 31 de enero de 2020, el Ministerio de Sanidad de España confirma el primer positivo por el nuevo coronavirus en España.
El 11 de marzo de 2020, la OMS eleva la situación de emergencia de salud pública ocasionada por el COVID-19 a pandemia mundial.
El 14 de marzo de 2020, el Gobierno de España declara el estado de alarma de 15 días por la gravedad de la situación en nuestro país debida al COVID-19,
El estado de alarma tiene como objetivo frenar la expansión del coronavirus adoptando de forma extraordinaria una serie de medidas, entre ellas, las más importante, limitar el movimiento de las personas y por otro lado la adopción de medidas de contención en diferentes ámbitos como suspender las actividades educativas presenciales y cerrar establecimientos y empresas relacionadas con determinadas actividades.
El sector agroalimentario y sus actividades conexas, así como el transporte de mercancías, no se vio afectado a ese nivel al considerarse actividades esenciales y continuó trabajando garantizando el abastecimiento alimentario, en nuestro caso, el suministro de fruta.
En este sentido las empresas frutícolas debían de tomar las medidas necesarias para abordar esa situación y adaptarse a las circunstancias para:
- Asegurar el suministro de fruta a los clientes.
- Salvaguardar la salud de los trabajadores de la empresa.
- Continuar garantizando la seguridad alimentaria y los estándares de calidad.
Entre las medidas estaban aquellas destinadas a la prevención de la transmisión del coronavirus COVID-19. Para ello debían de observar las recomendaciones e instrucciones de las Autoridades sanitarias.
Por otro lado, las empresas también debían abordar las afectaciones derivadas de esta situación tales como la contratación de personal, la cadena de suministro o las restricciones a la movilidad, entre otras, por lo que debían adoptar planes de contingencia a este efecto.
Finalmente, el estado de alarma se prorrogó hasta las 00:00 h del día 21 de junio de 2020 y actualmente nos encontramos en un segundo estado de alarma vigente, en un principio, hasta las 00:00 h del 9 de mayo de 2021.
A fecha de hoy y de forma genérica, para frenar la propagación y protegernos del virus se deben de seguir las siguientes medidas:
- Distanciamiento social (distancia entre personas)
- Adopción de medidas básicas de higiene de manos
- Uso de mascarilla
- Etiqueta respiratoria
- Ventilación
- Cómo actuar en caso de síntomas
Objetivo y alcance del protocolo
El objetivo principal de este documento es poner al alcance de las empresas recomendaciones para el establecimiento de medidas para la prevención de la extensión del COVID-19 en sus actividades sin menoscabo de los servicios de prevención de las empresas, y en especial la de los departamentos de vigilancia de la salud de estos.
El protocolo se estructura de la forma siguiente:
- Un apartado correspondiente al coronavirus y la enfermedad COVID-19.
- Un apartado sobre las medidas tomadas por las autoridades competentes.
- Un apartado correspondiente a las medidas preventivas para proteger la salud de los trabajadores frente a la exposición al coronavirus SARS-CoV-2.
- Fichas instructivas
En algunos puntos ser hará referencia a enlaces web. Podría ser que los vínculos directos no funcionasen si la ruta de acceso se hubiera cambiado a posteriori de la publicación del protocolo.
Por otro lado, debido a la naturaleza dinámica de la información relacionada con el coronavirus (COVID-19) este documento está sujeto a modificaciones. En caso de modificación Afrucat actualizaría el protocolo lo antes posible con la publicación de una revisión y con la descripción de los cambios en la tabla de control de cambios que se encontrará al principio del documento.
